En los últimos post hemos hablado de diseños “antiguos”, años 50, 60, 70…, pero este de momento gana por goleada. En la exposición universal de 1929, en Barcelona, Alemania se presentó al mundo con su pabellón diseñado por Mies Van der Rohe, una obra que supuso la introducción en España de la corriente de vanguardia internacional en ese momento, el racionalismo. El edificio en sí merece capítulo aparte. Cuando uno lo ve, no se puede creer que fué diseñado y construido en los años 20… nos parece moderno! y es que, en realidad, poco hemos innovado desde entonces. Pero no nos desviemos! El pabellón tenía una función representativa: Acoger la recepción de los reyes de España.
Para ello Mies diseñó estas sillas.
Estamos hablando pues de una “silla real”. Su diseño està inspirado en las antiguas “sellas curulis” utilizadas en la época romana como símbolo de poder del rey. En su época, sólo podían sentarse monarcas y magistrados.
Aunque pueda parecer estar fabricada en máquinas automatizadas,la mayor parte de la fabricación es manual. Se produce en dos configuraciones de acero diferentes y en varios tipos de cuero y colores. La versión más común es la de estructura de acero inoxidable pulido y cojines de cuero negro.
La silla original (con la firma de Mies) la puedes encontrar por un módico precio de 5500 o 7200 la versión más chic. Casi nada.
Como ya pasó con la làmpara Parentesi, Konstanin Grcic ha moderizado este modelo. Ha “industrializado” la pieza escogiendo piezas de extrusión de aluminio, algo no no existia en la época de Mies, y la ha dotado de versatilidad. Según constantin, el diseño no es inventar siempre cosas nuevas, el diseño es una evolución de las cosas.
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